viernes, 27 de noviembre de 2015

ENTREVISTA A MIGUEL RÍOS Y ENCUENTRO CON EL ESCRITOR LUIS GARCÍA MONTERO

El viernes 13 de noviembre tuvo lugar la siguiente charla dedicada a "El mundo que queremos: Cultura y sociedad democrática" en el Espacio Cultural CajaCanarias.  Moderada por el periodista y escritor tinerfeño Fernando Delgado, en esta ocasión se contó del escritor y poeta granadino Luis García Montero (cuyo trabajo más reciente es "Habitaciones separadas", publicado en 2014) y de Miguel Ríos, el cual también ofreció un pequeño recital.

En las horas previas al evento, Miguel Ríos concedió una rueda de prensa en la que comentó diversos aspectos de su carrera y reflexionó sobre la cultura y la sociedad actual.

Miguel Ríos, Luis García Montero y Fernando Delgado.


¿Qué nos puedes contar sobre la charla?:




Intentaremos hablar sobre ese mundo que queremos, porque estamos viviendo en una encrucijada en la que no queremos vivir. Ahora no es como antes cuando no sabíamos nada, ahora ves todo lo que esta sucediendo en primetime, y eso te hace sentirte culpable si miras a otro lado. La gente empieza a pensar en cómo ponerse de acuerdo acerca de la manera en la queremos vivir, aunque no la dejen. 

También nos hemos dado cuenta que la persona a la que hemos confiado nuestro voto, no quiere lo mismo que nosotros. Yo fui chico ceja pero después fui chico huelga general, porque en dos años, el candidato por el que yo había dado la cara, había cambiado sus planteamientos. Tu votas por alguien porque empatizas, y te crees que va a representar lo que tu quieres. Por este motivo la sociedad tiene que ser crítica, quiero un mundo de seres críticos que digan si algo gusta o no. Y la formación de ese ser crítico, que empieza por la escuela, la tenemos que buscar nosotros con el voto, pero si luego llegas a la conclusión de que esa persona no está cumpliendo su contrato, que sea posible poder tener derecho a decírselo y desmontarlo de la burra. 

Nosotros, en nuestra juventud creíamos en La era de Aquarius, con el musical "Hair" y el hippismo, pero todo ha desembocado en la época más oscura que nos ha tocado vivir. No podemos esperar que una conjunción astral nos quite toda la mierda que hay ahora mismo, donde la gente no puede vivir, a pesar de que sobra el dinero, porque no vivimos una época en la que haya sucedido un cataclismo que desembocase en hambruna. Estamos viendo como la gente se escapa de las guerra y ahoga a sus hijos, porque les están vendiendo un salvavidas que es una trampa, y el individuo que hace eso es un hijo de la gran puta que hay que desenmascarar. Todo eso entra dentro de ese saco oscuro, por eso nosotros debemos estar muy dispuestos y muy firmes en su denuncia. Eso hace que nosotros no podamos dormir bien por la noche. Había una canción de John Lennon en la que éste le preguntaba a Paul McCartney como podía dormir tras la putadilla que le había hecho. Pero ahora John Lennon estaría en las barricadas con un kalashnikov. Si de verdad fuéramos seres militantes de nuestra era en la defensa del ser humano, no podríamos dormir por la noche. Sin embargo, tu día a día es el contrapeso a tanta barbaridad y lo vas arrastrando. Aunque por suerte, lo que vamos a hacer en el evento de hoy, favorece a todo ello, al permitir retratarnos. 

¿Y en lo referente al repertorio de tu recital?:

Eso sí que no lo voy a decir, me tenéis que retorcer los dos brazos y las tres piernas, para que diga algo. No se lo que voy a cantar, pero voy a tocar con dos tipos geniales, uno es Luis Prado, pianista y cantante de Señor Mostaza, el otro es Jose Norte, que es el guitarrista con el que siempre colaboro y con el que hice la gira de "Bye, Bye Ríos".

¿Cómo te sientes al colaborar junto a Luis García Montero?:

Estar con Luis García Montero va a estar muy bien, yo siempre que hago este tipo de actos con él, pienso que es como si me pusieran a alternar rocks con Elvis Presley, porque lo que yo pienso ya lo ha dicho él con más autoridad y mejor explicado. Pienso que es un ciudadano tan imprescindible como el catedrático o el poeta que es, yo lo veo y se que nada de lo que hace es postureo, a él le gusta admirar a la gente sin rencillas, y que te hace sacar ese lado maravilloso que nos hace a todos mejores. Las buenas personas y la gente valiosa para la sociedad contagia el buenrollismo.

¿Qué nos podrías contar de tu experiencia de ver la cultura musical desde las dos ópticas comparando tus comienzos en los años 60 con la situación actual?:

Hace poco escribí un prólogo para un periodista musical llamado Matías Uribe, que trabaja para el Diario de Aragón y que es alguien muy avezado en la crítica musical. Pronto va a publicar un libro sobre la música en Zaragoza en los años 60, que fue una importante fábrica de grupos y artistas como Rocky Kan o Chico Valento, los cuales surgieron casi al mismo tiempo que los auténticos pioneros del rock en nuestro país, El Dúo Dinámico. Aquí siempre había un decalaje a la modernidad, si estabas en Madrid o Barcelona y había un retraso de unos cinco años con el extranjero, en Zaragoza ocurría igual pero con una diferencia de seis o siete años, porque todo iba un poco más lento en provincias. Sin embargo, y yo creo que gracias a la base aérea de Torrejón, en Zaragoza, el rock entró con mucha facilidad allí. 

Lo que hicimos nosotros en aquella época fue sumarnos a una conspiración judeo-cristiana y dotar a la juventud de un estatus, ya que antes de que el rock n' roll y la cultura americana de los 50 existiera y se propagara por todo el mundo, la juventud no tenía valor ni peso específico, uno era el tipo que recibía el traje de tu hermano mayor, al que le hacían un remiendo para que te sirviera, tu no imponías ningún criterio de peso social, no imponías moda, ni cultura. Entonces, los escritores de la Beat Generation como Jack Kerouac y Allen Ginsberg dotaron de sentido a ese fenómeno que ocurre entre los jóvenes negros, que después de abandonar las iglesias se iban a mover el esqueleto a los tugurios de Mississippi, eso fue el germen para mucha gente que no tenía el Mississippi en su vida, pero sí el Río Genil en Granada. Y todo eso nos trajo una música que nació para revolucionar el mundo y cambiar la sociedad, de hecho el rock es la música que más ha influenciado al siglo XX.

Respecto a mi propio punto de vista, todo comienza con un chaval de Granada que sabe que emociona cantando, y al que le dan pequeños papeles en las obras de teatro a cambio de no traer hecha la tarea de matemáticas, todo eso te va indicando que tu tienes una habilidad, que te trasciende y te permite meterte en una corriente que descubres trabajando en una tienda de tejidos de unos grandes almacenes en Granada, donde ponen una sesión de discos, y compruebas que muchos tipos como tu están en los mismo, como es el caso de Billy Cafaro, un cantante de argentina que hizo una canción que se llamaba "Marcianita". Y entonces te das cuenta de que esto no era sólo Elvis Presley y los totems intocables, y que podía ser algo más pedáneo y de todos. Lo que se intentaba hacer era trascender, y en los lugares donde había democracia esto se conseguía de una forma inmediata, pero en España no, porque la estética era tan peligrosa como la ética, y llevar el pelo largo era como dar la nota de mala manera. 

En cierta forma, todo eso nos trae a una situación como la actual, donde todo está aprendido, y aunque siempre hemos sido muy miméticos, porque en el arte de la música siempre se ha tratado de robarle al otro pero sin que se de cuenta, ahora te fijas en que los chavales tocan y componen una música de forma alucinante, tocan como Jimmy Page porque éste existió, y ahora hay unos cánones para transitar esa historia. Lo único malo que tiene esta nueva época es la falta de esperanza, y si antes había una esperanza fantástica porque todo transmitía ilusión al estar por hacer, ahora hay muchísima gente que lo hace bien, los jóvenes te mandan maquetas con una entidad y un saber increíble, pero la putada es a donde salen, y quien preescribe que esta gente lo hace bien. Por otro lado hemos sufrido una gran sacudida con internet, que es la democracia a lo bestia, que te da la oportunidad de poder dar tu opinión de forma anónima, y aunque hay una cantidad de acceso a la información, ésta ha perdido valor, porque se emite mucha sin pedrigree. Antes era acojonante que sacaras un disco y que gente como Raúl Matas o Diego Manrique dijesen que estaba bien o mal, y existía un asidero donde cogerte. Sin embargo, yo veo ahora a gente que está empezando y da gusto tocar con ellos, pero te preguntas si van a poder vivir de su oficio o tendrán que ser artistas de fin de semana para grupos de amigos. La profesionalidad ha cambiado, pero salvo este último detalle, todo ha mejorado, la gente compone y escribe mejor, con más sentido y todavía tiene vocación. Ellos saben que les va a costar vender su disco, pero lo hacen y van luchando, y eso es algo muy bonito. 

¿Cómo fue la experiencia de grabar el programa "Qué noche la de aquel año" (1987), sobre la historia del rock y el pop en España?: 

Muy gratificante, el programa era estupendo, lo que no me gusta es verme las pintas de los años 80. Una lástima que uno de los colaboradores, Moncho Alpuente, falleciera precisamente en Canarias, porque su mujer era de Gran Canaria.




¿Qué opinión tienes sobre los talent shows musicales?:

Uno de los grandes males de la sociedad es la fama instantánea, lo que Andy Warhol decía que eran los 15 minutos de gloria. Ahora se persigue esa mentira del valor añadido del número 1. Cuando empezó "Operación Triunfo", fue algo interesante de analizar como fenómeno televisivo, pero tenía el defecto de que no se premiaba la creación,  no había nadie creativo que compusiera sus propias canciones. Se buscaba la imitación, buscaban a gente que cantara al estilo de otros artistas de éxito, y a la vez era un reality que enseñaba momentos personales de la vida de los concursantes. 

Recientemente participaste en el documental "En Granada es posible" (2015) de Cristina y María José Martín ¿qué valoración tienes de esta película?:

No la he podido ver aún, sólo parcialmente. La experiencia y el ambiente fue cojonudo. Las directoras son muy jovencitas, y yo les dije: ¿Sabéis que os podéis pegar una hostia acojonante? Se mentieron a grabar un concierto en un palacio de deportes de Granada y pensé que se las iban a comer vivas. Pero era tan arrollador su deseo de hacerlo y fue tan auténtico, que fuimos todos, y mira que en Granada hay gente malafollá, como yo. Lo importante es la calidad de los artistas que están: Niños mutantes, Los Planetas o Jose Ignacio Lapido.

Tengo una anécdota de un grupo del que no voy a decir el nombre: Le pregunté al batería sobre qué tal se llevaba con el guitarrista y me dijo: "Joder, muy bien, en los últimos dos años, lo único que hemos hablado es: Un, dos tres y...".  



¿Cuáles son tus nuevos proyectos?:

Se acaba de estrenar mi versión de "Cuéntame" para la serie de TVE. Un tema que no sabía que era de mi amigo Jose Luis Armenteros, el guitarrista de Los Relámpagos, ya que yo pensaba que había sido escrito por Fórmula V. Armenteros y Pablo Herrero hicieron todas aquellas canciones increíbles como "Libre" para Nino Bravo. Esta la hizo sólo, y me encanta que vaya algo de dinero para mi amigo, porque también del pan vive el hombre, y de royalties. 




En "El mundo que queremos: Cultura y sociedad democrática", hubo espacio para debatir otros temas, y entre ellos, Luis García Montero reflexionó acerca de aspectos como la telebasura: "La cultura dominante es el paradigma de la telebasura. Los instintos bajos, el pensamiento zafio, la opinión sin reflexión, el que sabe de todo y no sabe de nada. La verdadera realidad no está en decir lo que pensamos, sino en pensar lo que decimos. Me parece preocupante que por culpa de ello se acabe con la cultura popular a través de canciones, tradiciones o memoria".


Finalizada la charla, se llevó a cabo una breve lectura poesía, que dio paso al concierto acústico de Miguel Ríos, el cual fue un estupendo broche de oro a la agradable e interesante velada. Tras abrir con el tema "Cosas que siempre quise contarte" (que da título a su autobiografía publicada en 2013), pudimos escuchar "Bienvenidos", "Donde pongo la vida", "El blues de la insatisfacción", "Memorias de la carretera", "Santa Lucía", una canción de su primera etapa como es "El río", y el clásico "La plaga" a modo de cierre.




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jueves, 19 de noviembre de 2015

ENCUENTRO CON JOSE LUIS CUERDA Y JUAN JOSÉ AFONSO

José Luis Cuerda y Juan José Afonso.

El 12 de noviembre, y dentro de las actividades del Otoño Cultural del Espacio Cultural CajaCanarias, se llevó a cabo la charla "El mundo que queremos: Cultura y sociedad democrática", que estuvo moderada por el actor y productor Carlos Belda, y contó con la participación del director, guionista y productor Jose Luis Cuerda, y el director escénico Juan José Afonso.  

Este último inició el evento con una reflexión sobre lo que para él significaba el concepto de cultura, haciendo hincapié en que "El gobierno no puede controlar la cultura de arriba abajo y en realidad tiene que dejarnos trabajar y favorecernos. En Inglaterra se ha protegido la cultura y se han generado textos maravillosos porque se considera que es un valor y un pilar fundamental". 

José Luis Cuerda, conocido por ser el creador de la trilogía de comedias surrealistas integrada por el telefilm "Total" (1983) y las películas "Amanece que no es poco" (1988) y ""Así en el cielo como en la tierra" (1995), también es el responsable de otros films como "Pares o nones" (1982), "El bosque animado" (1987), "La viuda del capitán Estrada" (1991), "La marrana" (1992), "Tocando fondo" (1993), "La lengua de las mariposas" (1999), "La educación de las hadas" (2006), "Los girasoles ciegos" (2006) y "Todo es silencio" (2012). En la pequeña pantalla fue el realizador de la segunda temporada de la serie "Makinavaja", y en su faceta como productor estuvo al frente de las tres primeras películas de Alejandro Amenábar: "Tesis" (1996), "Abre los ojos" (1997) y "Los otros" (2001). 

A la hora de dar su punto de vista sobre el panorama cultural y la sociedad, hizo una ácida reflexión y destacó por su divertida capacidad como orador: "Vivimos en un mundo que nos ha llevado a un callejón sin salida. Existe un trípode en el que se asienta la sociedad contemporánea, integrado por la apariencia (todo aquello que surge a primera vista y donde uno no tiene que pensar lo que es), y la percusión y la repetición de las cosas. La complejidad de un asunto no te hace formar un criterio sobre las cosas, no conviene que pensemos o deduzcamos.

También hay una absoluta admiración por las cifras, y con ellas se miente más que se habla. Un empleado ahora trabaja tres horas y le pagan menos que por una. Los políticos dicen que desciende el paro, pero un empleado de una hora es un desempleado de siete. Nunca antes ha existido tal cantidad de asalariados  que no puedan subsistir con lo que cobran. Por este motivo, la aportación de la cultura a todo esto ayuda a manifestar la comprensión de los hechos y a fomentar el espíritu crítico.

El gobierno en España tampoco favorece las cosas a nivel cultural, por ejemplo, en Nueva York es gratis rodar en las calles por el atractivo turístico que supone visitar el escaparate donde Audrey Hepburn estuvo en la escena de "Desayuno con diamantes" (1961).

Otro aspecto que me preocupa es la democratización de la cultura: Ahora dicen que la cultura es gratis, y yo no estoy de acuerdo, lo que la gente quiere es no pagar. Si alguien ha escrito un libro o ha hecho una película y se deja los sesos, y los usuarios se bajan la obra de internet, ¿entonces yo puedo salir a la calle y llevarme un coche que esté aparcado e irme a la playa para luego dejarlo como estaba? Muchas personas opinan que el cine es caro, pero luego no tienen problemas en tomarse un gin-tonic o pagar por la entrada de un partido de fútbol, y lo dice alguien al que le gusta este deporte".

En relación a su carrera profesional, explicó la manera en cómo gestó el guión de "Amanece que no es poco": La escribí en un bar, escuchando RNE de fondo para contagiarme de algunas noticias singulares, y cuando creaba algún gag, llamaba a mi mujer para comprobar si se reía"; o la producción de "Los otros": "No me gustó nada la experiencia de trabajar en coproducción con Hollywood. Y tengo una anécdota que ilustra muy bien lo ocurrido: En un determinado momento conseguimos un chalet que daba a un callejón sin salida en un barrio residencial de Madrid para que se quedaran Tom Cruise, Nicole Kidman y los niños.  Un día Tom Cruise se pilló un cabreo porque aparecieron unos paparazzis a hacerle fotos a su mujer y a él, justo cuando en la calle habían unos Mercedes con los cristales tintados para trasladarlos al set. A raíz de ello, Paula Wagner, la socia de Cruise y una de las personas más despreciables que he conocido en mi vida, exigió una reunión con el alcalde de Madrid, pero como al final no lo consiguió, acudió a un importante bufete de abogados para impedir que se hicieran fotos a sus representados. Pero como aquello no prosperó, ya que los paparazzis estaban en la vía pública, ella misma me preguntó: ¿Y no podemos comprar la calle? Eso sí regateaba para que la luz y el sonido le costase menos, pero no hubiese tenido problemas en comprar la calle si hubiera podido".  

Por otra parte, también hubo espacio para contar algunas curiosas experiencias personales: "Mi padre era jugador de cartas profesional, y ganó un piso en Madrid durante una partida contra un importante constructor español", y para leer en voz alta algunos de sus particulares tweets como "Los hombre guapos, muy guapos no hacen más que estorbar" o "Los saltamontes son feos de cara, pero tienen un cuerpazo". Pequeñas muestras de que aún conserva su ingenio y buen sentido del humor, como en los inicios de su carrera. 




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martes, 17 de noviembre de 2015

DEVORADORES 2: ELECTRIC BOOGALOO: PROGRAMA 51: "JAMES BOND"


Con el estreno de "Spectre", repasamos las entregas de Daniel Craig como el Agente 007 creado por Ian Fleming. También comentamos las otras etapas de la saga con protagonismo de Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton y Pierce Brosnan, sin olvidarnos de nuestras películas, Chicas Bond, villanos y canciones favoritas. Finalmente hacemos un recorrido por sus aventuras en el campo del vídeojuego. 

PARA ESCUCHAR EL PROGRAMA CLIQUEAD EN: 



jueves, 12 de noviembre de 2015

LITERATURA: “CARTAS” (2012) DE JACK KEROUAC Y ALLEN GINSBERG: POR ALEXIS BRITO DELGADO

Autores: Jack Kerouac/Allen Ginsberg
Editorial: Anagrama
Colección: Panorama de narrativas
Género: Epistolar
Edición: Tapa blanda
Año Publicación: 2012


 En la actualidad la tecnología ocupa un lugar fundamental en nuestras vidas y la escritura de cartas ha pasado a convertirse en un arte olvidado. Abrir el buzón de correos y encontrar una misiva de un ser querido, fue una experiencia común antes de que el teléfono, el correo electrónico, las redes sociales y los móviles se convirtieran en las principales herramientas de comunicación. Gracias a la editorial Anagrama tenemos la oportunidad de conocer la correspondencia de dos los mejores autores americanos del siglo XX: Jack Kerouac y Allen Ginsberg.


De 1944 a 1963 ambos artistas se cartearon profusamente, manteniendo viva la llama de una sólida, honesta y profunda amistad. Apasionados, en sus cartas encontramos consejos literarios, humor, influencias estilísticas, drogas, charlas sobre amigos comunes, música, religión, anécdotas personales, viajes, sexo, espiritualidad, procesos creativos, poesía y futuras visitas. La correspondencia arranca mientras Kerouac se encuentra internado en prisión debido al asesinato de David Kammerer a manos de su amigo Lucien Carr (las autoridades lo consideraban cómplice) y termina en los sesenta, cuando ambos eran escritores famosos y (por desgracia) habían tomado caminos distintos.


Las largas misivas de Kerouac, escritas con el estilo exaltado y espontáneo que le caracterizaba, revelan a un individuo anárquico, visceral y eternamente insatisfecho que busca darle sentido a su existencia. Después de experimentar una juventud que serviría como columna vertebral de su obra, el resto de su vida fue aislamiento, escribir en casa de su madre, recordar tiempos mejores y beber hasta caer inconsciente. Católico, con un profundo sentido de la culpabilidad arraigado en su interior, apenas menciona la adicción al alcohol que terminó conduciéndolo a un gran declive físico y a la autodestrucción. Aunque intentó encontrar la estabilidad personal y espiritual a través del budismo (experiencias reflejadas en Los vagabundos del Dharma) y el exilio en una cabaña alejada de la civilización (narrada en su libro Big Sur), no pudo conseguirlo. Por otra parte, Ginsberg revela ser un poeta profundamente romántico, inocente, fiel a sus amigos, generoso, lleno de sueños y ambiciones, anhelante por exprimir la vida hasta sus últimas consecuencias y con ansias perennes de iluminación. Todo esto lo encontramos en obras como Kaddish y otros poemasSándwiches de realidad y La caída de América: poemas de otros estados. Curiosamente, dos personalidades tan dispares entre sí encontraban sustento con palabras de apoyo, admiración, celos, peleas y críticas constructivas.


A través de su correspondencia, resulta evidente cómo ambos influyeron de forma notoria en la personalidad y escritura del otro. Siendo autores nóveles, sin reputación ni contactos, tardaron mucho tiempo en triunfar a nivel masivo. En sus cartas nos encontramos con figuras conocidas como William Burroughs, Neal Cassady, Lucien Carr, Gregory Corso, Gary Snyder, John Cellon Holmes, Herbert Huncke y Michael McClure, entre muchos otros. Todos forman parte de la Generación Beat —innovador movimiento literario del que fueron progenitores— que hizo temblar las estrechas y arcaicas letras americanas de mediados de los años cincuenta. Pese a sus diferencias, se prestaban apoyo financiero, compartían editores y contactos literarios, y se reseñaban en revistas para ganar notoriedad. ¿Cuántos colegas de oficio serían capaces de hacer algo similar en un mundo de egos, envidias, estupidez y ambición desmesurada?




En el camino (de Kerouac), Aullido (de Ginsberg) y El almuerzo desnudo (de Burroughs) fueron bombas de relojería que detonaron las antiguas fórmulas que dominaban las listas de ventas. Los jóvenes encontraron modelos a seguir que, tal como era de esperar, no fueron del agrado de la sociedad conservadora y las almas bienpensantes americanas. Puede que por ello recibieran (y aún continúan recibiendo) críticas virulentas de los medios, tachándolos de pésimos autores que no tenían nada que aportar con sus escritos. Cuando lograron la fama que había estado esquivándolos durante años, ambos reaccionaron acorde a sus personalidades. Kerouac no pudo soportar el peso de la misma, se negó a realizar entrevistas y lecturas literarias, y se recluyó en el ostracismo, el alcohol y la depresión. Ginsberg, en cambio, disfrutaba efectuando recitales de poesía, conferencias y apariciones televisivas, convirtiéndose en un icono de la contracultura hippie.

Lentamente, conforme pasaban los años, la relación entre ambos fue deteriorándose debido al alcoholismo de Kerouac y el ascenso de Ginsberg en los círculos intelectuales. A pesar de ello, nunca llegaron a romper el contacto. La prematura muerte de Kerouac (a los cuarenta y siete años) debido a una hemorragia interna causada por la cirrosis, truncó una amistad que se hubiera prolongado durante mucho tiempo. Por fortuna para el disfrute de los lectores, ambos habían tenido en cuenta la posteridad y conservaron las misivas que habían intercambiado durante décadas.  


Citando las (proféticas) palabras del autor de Visiones de Cody«La fama acaba con todo. Llegará el día en que las Cartas de Allen Ginsberg a Jack Kerouac hagan llorar a América».  


AUTOR:




Alexis Brito Delgado nació en Tenerife en 1980. Es autor de las novelas “Dorian Stark” (Ediciones Babylon, 2011), “Soldado de fortuna: las aventuras de Konrad Stark” (Dlorean Ediciones, 2013) y “Gravity Grave” (Palabras de agua, 2014). 

Mantiene su página web en: http://alexisbrito.blogspot.com.es

viernes, 6 de noviembre de 2015

JAYE DAVISON

Nació el 21 de marzo de 1968 en Arizona (USA).

De padre ghanés y madre británica, a los dos años se trasladó a Gran Bretaña. A los 16 abandonó sus estudios y empezó a ejercer como estilista. También trabajó en una fábrica y como ejecutivo de una compañía productora.

Durante la fiesta de la película "Eduardo II" (1991) de Derek Jarman, fue descubierto por el director de casting de la película "Juego de lágrimas" de Neil Jordan, que lo invitó a participar en el casting de esta película. Gracias a su aspecto andrógino, y a pesar de no tener experiencia interpretativa, Jordan lo escogió para el papel de Dil, el transexual que enamora a un miembro del IRA llamado Fergus (Stephen Rea). Gracias a su convincente interpretación, ganó el Premio National Board of Review al Mejor debut, y estuvo nominado al Oscar (el premio fue a parar a Gene Hackman por "Sin perdón") y al BAFTA como Mejor actor secundario.




Este papel le abrió las puertas de la popularidad, y recibió la oferta de interpretar al malvado Ra en "Stargate" (1994) de Roland Emmerich. Aunque no tenía intenciones de trabajar en Hollywood, aceptó el papel al recibir la suculenta oferta de un millón de dólares, cobrando así más que sus protagonistas (James Spader y Kurt Russell).




Al margen de estos trabajos, participó en el telefilm británico "Jiggery Pokery" (1994) y en el documental "Catwalk" (1995), centrado en el mundo de la moda. Posteriormente decidió abandonar la interpretación para trabajar como modelo y estilista. Durante esta etapa fue portada de la versión italiana de Vogue y posó para la prestigiosa fotógrafa Annie Leibowitz. En 2006 hizo pública su homosexualidad en una entrevista, y en 2009 regresó brevemente a la actuación para participar en el cortometraje británico "The Borghilde Project". Actualmente sigue trabajando como estilista y modisto.  En lo personal, está casado con Thomas Clarke y desde 2017 reside en París.


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miércoles, 4 de noviembre de 2015

IN MEMORIAM: MELISSA MATHISON, GUIONISTA DE "E.T." (1982)

Nació el 3 de junio de 1950 en California (USA).

Se graduó en el Instituto Burbank de California. En su juventud fue niñera de Fracis Ford Coppola y su esposa Eleanor. A finales de los 70 comenzó a ejercer como guionista, siendo su primera película el drama hípico "El corcel negro" (1979), producido por Coppola. 

En 1982 logró su mayor éxito como guionista y productora asociada de "E.T.", dirigida por su amigo Steven Spielberg. Por este trabajo fue nominada al Oscar y al BAFTA al Mejor guión original, y al Globo de oro al Mejor guión. Además ganó varios galardones: Premio del Sindicato de Guionistas, Premio Nueva Generación de la Crítica de Los Ángeles y Premio Saturn de la Academia de Ciencia-ficción, Fantasía y Terror.

En 1983 volvió a colaborar con el popular realizador escribiendo el Segmento 2 de "En los límites de la realidad". Fue autora de los guiones de la miniserie "Esta es nuestra tierra" (1991), y de las películas "Maestro en fugas" (1982), "La llave mágica" (1995) de Frank Oz y "Kundun" (1997) de Martin Scorsese, en la que también ejerció como productora. 



En lo personal, entre 1983 y 2004 estuvo casada con Harrison Ford, padre de sus hijos llamados Malcolm y Georgia. Melissa Mathison falleció el 4 de noviembre de 2015 en California (USA), a la edad de 65 años y a consecuencia de un cáncer. En 2016 se estrenará su trabajo póstumo como guionista de "The BFG", la adaptación de la novela infantil "El Gran Gigante Bonachón" de Roald Dahl, dirigida por Steven Spielberg. 

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